Agradecimientos religiosos
Los agradecimientos religiosos son la forma en la que agradecemos a distintas entidades religiosas a quienes debemos algún favor. Puede ser una oración, canto, salmo, o incluso un discurso dedicado a dios o a alguna figura religiosa.
Sin importar si eres cristiano, católico, o incluso si eres creyente de otras religiones y agradeces también a otros santos, estarás de acuerdo en que es necesario agradecer todas las cosas que tenemos.
¿A que sientes mucha plenitud cada vez que das gracias a Dios por algo que te ha pasado, o, simplemente por cada día que nos regala la vida? Sigue leyendo para descubrir los mejores ejemplos de agradecimientos religiosos.
Ejemplos de dedicatorias religiosas
Agradecimientos a Dios
A continuación te dejamos una lista de los agradecimientos más populares y comunes que hay. En ella podrás encontrar oraciones mediante las cuales pedir algún deseo o, simplemente, dar las gracias a Dios por estar ahí.
- Gracias, Dios, por mi familia, por mis amigos, y por la sencilla razón de tener todo lo que necesito y me hace feliz. Gracias por darme la vida y permitirme disfrutar de este bello mundo con cada día de vida que me das. Amén.
- Te agradezco, Jesús, por la gente que has traído a mi vida, a la que amo y que me hacen feliz. También te doy las gracias por aquellos que se fueron y que me hicieron más fuerte. Sigue guiándome y muéstrame el camino. Amén.
- Gracias, Señor, por el trabajo que me sustenta cada día, por el alimento que nutre mi cuerpo, por el techo y el abrigo que me cobijan, por mi familia, mis amigos, mi salud y mi vida. Gracias, Dios, por estar a mi lado.
- Gracias, Señor, por enseñarme el camino recto y justo, y por enseñarme cada día.
- Gracias, Señor, por estar conmigo siempre. Te pido que abras las puertas para que los problemas se resuelvan.
- Mi día siempre comienza y termina con un GRACIAS DIOS, pase lo que pase.
- Te entrego, Dios, mis problemas. Sé que tú me darás las soluciones.
- Gracias, Dios, por los momentos difíciles, por los ratos buenos, por lo que me brindas, por lo que está por venir y por permitirme disfrutar de otro bonito amanecer. Gracias por estar siempre a mi lado.
Agradecimientos a santos
¡Oh, Glorioso San Antonio, a quien Dios ha elegido como intercesor nuestro en los apuros y pérdidas de la vida material, y como protector de los pobres ante los ricos! Protégenos con tu favor en todas necesidades y enredos de nuestra vida. Danos amor sincero a los pobres, mucha confianza en Dios y alto aprecio de la vida eterna, en la cual se ordena toda la vida temporal. Especialmente, suplicamos tu intercesión en este favor que te pedimos. Amén.
Oh, Trinidad Santa, te damos gracias por haber concedido a la Iglesia a San Juan Pablo II. En él has reflejado la ternura de la paternidad, la gloria de la Cruz de Cristo y el esplendor del Espíritu de Amor. Él, confinado totalmente en tu infinita misericordia y en la maternal intercesión de María, nos ha mostrado una imagen viva de Jesús Buen Pastor, indicándonos la santidad y el alto grado de la vida ordinaria, como camino para alcanzar la comunión eterna Contigo.
Concédenos, por su intersección y, si es Tu voluntad, el favor que imploramos, por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
¿Cómo hacer un agradecimiento religioso?
Puedes hacer un agradecimiento religioso de diferentes maneras (como ya te lo habíamos comentado). Sin embargo, tenemos unos cuantos pasos que te pueden servir, sin importar si lo harás de manera escrita u oral.
- Trata de estar frente a una imagen. Santíguate para mostrar respeto.
- Empieza por saludar a Dios o al santo. Pronuncia su nombre y recuerda que siempre te escuchará.
- Háblale como si fuera tu amigo. No tengas miedo. Sé siempre sincero y busca cercanía.
- Al terminar, recálcale lo que te ha ayudado una vez más y despídete con un verso sincero.
¿Qué Poner en una dedicatoria espiritual?
- Cuida el lenguaje. Es importante ser respetuosos y con el alma puesta en la boca.
- Sé totalmente sincero. Recuerda con quién estás hablando. Mentir no te será de ayuda. Él sabe cómo estás, qué te pasa y sobre todo la veracidad de tus palabras. Procura decir aquello que te venga del alma.
- No medites demasiado tus palabras. Tus primeras palabras puede que no sean las más concisas, sin embargo, son las más sinceras. Si estás redactando una oración escrita, puedes primero hacer un borrador y revisarlo varias veces a modo de corrección, hasta que logres decir exactamente lo que deseabas.
- En caso de que tu oración sea para un santo, puede ser de ayuda profundizar entre su vida y tu situación personal.
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